Tenías la capacidad de descubrir los impulsos a través del olfato. Tu pitiutaria detectó mis intenciones y las ordenó de manera creciente. Después tu olfato le cedió el turno al paladar y tras degustarme me ataste a la libertad de tus manos. No me sueltes. Me quedo.
jueves, 11 de octubre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario