martes, 7 de octubre de 2014
Pinball
Claudia vivía con el corazón amarrado a la muñeca. Decidió sacárselo del pecho porque notaba que le crecía por momentos y le apretaba el esternón. Además cada latido le retumbaba en las sienes y de ahí rebotaba como en el pinball por todas sus arterias hasta que salía por la boca en forma de grito.
Con el corazón colgando, Claudia se sentía menos sofocada y más acompasada porque le daba cuerda como un reloj de bolsillo y así podía vivir con la tranquidad de amar sin agobios.
Mismidad
En el día mas tórrido de un verano muy lejano perdí el calor de mi cuerpo que se fue sin decirme adiós. Lo vi alejarse con su refracción engañosa, atraído por una voz.
Ahora me deslizo sobre un mar de hielo, como los patinadores danzando apasionadamente con mi otra parte.
La pasión de la nueva Eva.
Soy un ser exotérmico.
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