En el día mas tórrido de un verano muy lejano perdí el calor de mi cuerpo que se fue sin decirme adiós. Lo vi alejarse con su refracción engañosa, atraído por una voz.
Ahora me deslizo sobre un mar de hielo, como los patinadores danzando apasionadamente con mi otra parte.
La pasión de la nueva Eva.
Soy un ser exotérmico.
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