A lo mejor es cierto que si cavamos y cavamos, podemos hacer un agujero por donde caer y colarnos en el mundo al revés, donde las bicicletas van por el aire y los aviones patinando sobre el hielo, donde las multas de tráfico son de chocolate y las sonrisas viajan en ascensor.
El gato Fuz vino de ahí abajo, al igual que los sueños revelados o las historias narradas de final a principio; como los besos articulados en mis extravagantes fantasías.
El gato Fuz vino de ahí abajo, al igual que los sueños revelados o las historias narradas de final a principio; como los besos articulados en mis extravagantes fantasías.
Aquí en la tierra firme, me quedo con el sabor de esa copa de vino alemán, tu miedo a los espíritus y la repatriación de mis fantasmas.