También hay cabida para las cosas hermosas y los episodios luminosos, que los hay y muchos. Ahora hay nubes y sol en mis hectáreas, sólo que de lo bueno no se aprende...
Y de fondo siempre está mi perro, el Óscar. Para tí mi hueso más grande, mi fémur de chocolate sin azúcar para que no te siente mal. Te quiero trufita mía
miércoles, 5 de mayo de 2010
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